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Globalización financiera y nuevo marco institucional: referencias obligadas para la política fiscal y financiera

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Autor: 
María Irma Manrique Campos, Teresa Santos López González, Noemí Levy Orlik, Luis Ángel Ortiz Palacios, Ramón Martínez Escamilla, Alma Chapoy Bonifaz, Hugo Alberto Michel Uribe, Constantino Pérez Morales, José Lorenzo Santos Valle, Guadalupe Mántey de Ang
Editor: 
Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México
Fecha: 
2013
Derechos: 
D.R. Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Económicas
Formato: 
PDF
Idioma: 
Español
Tipo: 
E-book
Identificador: 
978-607-02-4778-1
Resumen: 

El análisis del deterioro de las finanzas públicas y la pérdida de capacidad de la política fiscal para estimular el crecimiento económico y la generación de empleo en las economías emergentes y, en particular en México, tiene como referente principal el proceso de globalización. La inserción de estas economías al proceso de globalización mundial se ha sustentado en la aplicación de políticas económicas dirigidas a asegurar los flujos de capitales externos, atentando contra las condiciones productivas, financieras y macroeconómicas internas necesarias para un crecimiento sostenido y estable.

Las presiones sobre el sector externo y los mayores requerimientos de flujos de capitales han conducido a la elevación de las tasas de interés domésticas, lo cual debilita las finanzas públicas y la función del sector bancario nacional. Así, de una alta tasa de interés doméstica real depende la entrada de capitales externos, que a su vez permiten mantener el tipo de cambio nominal fijo; con lo que se compromete la entrada y permanencia de capitales externos, debido a las expectativas inciertas sobre la capacidad del gobierno para alcanzar la estabilidad macroeconómica que garantice la estabilidad de capital financiero tanto nacional como internacional.

Esta estabilidad nominal del tipo de cambio y la disciplina fiscal no cuentan con bases productivas, financieras y macroeconómicas sólidas; por el contrario, en este marco de políticas fiscal, monetaria y crediticia restrictivas, la recesión se profundiza, reproduciendo la inestabilidad monetaria y cambiaria. De manera que las presiones en las finanzas públicas, en el sector externo y en la banca, como resultado de estas políticas, aunadas a la alta vulnerabilidad de los mercados financieros internacionales atentan contra la estabilidad cambiaria y contra la reducción de la inflación, desestimulando la entrada y permanencia de los capitales externos.

A la política monetaria de altas tasas de interés, encaminada a disminuir las presiones de la demanda sobre los precios, y a la atracción de capitales externos que ha incrementado la deuda pública interna, se suman los procesos de esterilización de divisas que ha venido realizando la banca central de los países de menor desarrollo, para evitar los incrementos en la oferta monetaria y en los niveles de liquidez que presionan sobre los precios y la balanza comercial, poniendo en peligro la estabilidad del tipo de cambio nominal y la reducción de la inflación.

Así, los requerimientos de mayor flujo de capitales externos, y la consiguiente fijación de altas tasas de interés en que ha colocado la globalización a dichas economías, conducen a un mayor endeudamiento interno del sector público, que deteriora las finanzas públicas y prepara el escenario económico para una crisis fiscal de efectos sistémicos. Analizar este referente y sus impactos en la política fiscal y financiera en países de insuficiente desarrollo como los latinoamericanos, ha sido la meta, el objetivo de cada uno de los autores que nos acompañan en esta obra.

Este libro, Globalización financiera y nuevo marco institucional: referencias obligadas para la política fiscal y financiera, ha sido estructurado en cuatro partes, de las cuales, la Primera de ellas “Nueva regulación y nueva institucionalidad”, inicia con el trabajo titulado “Nueva institucionalidad para la reforma hacendaria en México”, en el que María Irma Manrique Campos busca definir a las instituciones y diferenciarlas de las organizaciones, mediante la revisión de los teóricos, para ubicarlas como el conjunto de reglas y normas que articulan y organizan las interacciones económicas, políticas y sociales entre los individuos y los grupos sociales. Su estudio ha adquirido relevancia a partir de la década de los años cincuenta del siglo XX, y se distinguen en la teoría de las instituciones por lo menos dos enfoques, los que enfatizan los beneficios colectivos que se desprenden de su existencia y, los que enfatizan los conflictos sociales y distributivos que generan. A pesar de las diferencias en las formas de concebir a las instituciones, las recientes teorías combinan explícita o implícitamente varios aspectos: la participación de los agentes privados e individuales en el diseño de las instituciones en el mercado, la negociación colectiva de la oferta política mediante la participación ciudadana, es decir, toman en cuenta el quehacer político y la evolución histórica de las instituciones. Lo más relevante es considerar que en la actualidad los niveles de gobernabilidad del sistema en su conjunto se ha debilitado de manera significativa, si se comparan con los niveles de hace cuatro décadas o con los países de desarrollo similar.

En “Deuda pública interna y estabilidad monetaria en México. El dilema de la política fiscal con liberalización financiera”, Teresa Santos López González analiza la forma en que la liberalización financiera, en combinación con la elevada liquidez internacional, han convertido a la colocación de títulos del gobierno mexicano en el segmento más atractivo y dinámico del mercado financiero internacional. La recurrencia del gobierno a la colocación de valores públicos con fines antiinflacionarios no solo ha estimulado la expansión y el carácter altamente especulativo de los mercados internacionales de títulos públicos, sino, lo más grave, se ha convertido en una verdadera “espada de Damocles” sobre las finanzas públicas al entramparse en un triángulo de incompatibilidad. El efecto más negativo se da con el creciente déficit financiero acompañado de una fuerte contracción del gasto público.

Noemí Ornah Levy Orlik, con su trabajo titulado “Déficit público e inflación en México: un enfoque teórico-empírico”, demuestra que el déficit público per se no causa inflación ni distorsiones en el crecimiento económico. Una segunda conclusión es que la relación inversa entre la tasa de interés, la demanda efectiva y los precios, no necesariamente existe. De hecho, la tasa de interés se vuelve el instrumento de política monetaria principal, debido a la imposibilidad de manipular los agregados monetarios. En el análisis de la política monetaria mexicana de los noventa, se muestra que los objetivos intermedios y finales se mantuvieron, así como su instrumento central, aunque hubo importantes modificaciones después de la crisis de 1994. Así, la inflación no está relacionada con aumentos del poder adquisitivo de los trabajadores; Segundo, no hay relación entre la interferencia estatal en la economía y la inflación; tercero, en México existe una conexión directa entre la tasa de devaluación, la inflación y los rendimientos de los certificados de Tesorería. Se muestra confiada en que es posible activar la economía por medio de políticas fiscales expansivas, siempre y cuando no generen expectativas negativas en los agentes económicos, especialmente entre los inversionistas institucionales.

“Bajo crecimiento y déficit público. Los retos de la política fiscal en México” de Luis Ángel Ortiz Palacios, revisa las reformas fiscales que se llevaron a cabo entre 1988 y el inicio de los años 2000, y considera que permitieron avanzar en el proceso de convergencia con los indicadores de nuestros principales socios comerciales en el TLCAN, lo que permitió la reducción en la carga fiscal que compensó la pérdida de la eficiencia de la fiscalización. Pero la recaudación disminuyó, limitando la capacidad de gasto, y por ende, la calidad de la infraestructura pública. El proceso de privatización contribuyó a reducir las anticipaciones inflacionarias, pero descuidó los efectos en la eficiencia en la asignación de recursos y los costos de operación.

En la segunda parte, “Globalización en la economía del sector público”, el primer trabajo titulado “Soberanía y globalización” de Ramón Martínez Escamilla, establece que la estructura del Estado mexicano es mucho más vasta y compleja que su componente estrictamente social, ya que se desdobla en instituciones, corporaciones y aparatos de poder, de manera que es posible analizar las cuatro aristas de su soberanía. Los encarnan los componentes de la clase política a la manera de personal político en todas sus categorías y niveles, y ahí se trasladan todas las expresiones de la lucha entre las clases sociales de las cuales provienen. El Estado, dice, puede siempre manifestarse más o menos soberano o más o menos globalizador, en función de los efectos directos e indirectos de la democracia, de su ejercicio, pero sobre todo en el grado de desarrollo que en el ámbito nacional ha alcanzado la propia democracia.

Hugo Alberto Michel Uribe en “Globalización financiera y operaciones extrapresupuestales del gobierno federal en México: ¿solución o nuevos problemas?”, afirma que el virtual agotamiento de los Pidiregas confirma la urgencia de una reforma fiscal en México, que permita mejorar las finanzas de Pemex y aumentar los recursos para el gasto público. De este modo, carecen de viabilidad las propuestas de diversos representantes empresariales para aplicarla en otras áreas de intervención pública, como parte de una estrategia de crecimiento económico y aumento de la competitividad del país.

Lorenzo Santos Valle en “Globalización y soberanía en lo económico”, asegura que a la vista de los resultados positivos y negativos de la globalización, con otros autores, defiende la posición de hacer compatibles los valores sociales y económicos, porque de otra manera se desencadenarán explosiones sociales y una oposición violenta desde una pluralidad de ángulos que hará difícil el progreso. Se pronuncia por un modelo (finlandés) que combina una dinámica económica informacional con protección colectiva del trabajo y una fuerte justicia social .

En la tercera parte “Límites y contradicciones de la liberalización y la desregulación financiera”, el trabajo de Alma Chapoy, sobre “Globalización financiera y vulnerabilidad sistémica en México”, asegura que el creciente endeudamiento con el exterior por parte del sector privado en años recientes es un factor de vulnerabilidad, por los riesgos de reversiones de capital. Se pronuncia porque se reanude el crédito bancario a particulares y empresas, ya que es necesario que el sector público reduzca su absorción del ahorro interno. Encuentra que la deficiencia principal del sector bancario en México es que la intermediación de los bancos comerciales es insuficiente y aunque se fortaleció cuando se extranjerizó, siguió restringiendo el otorgamiento de crédito a empresas y particulares. En general, considera que es necesario hacer cambios para avanzar en el fortalecimiento de los ingresos federales y estatales en beneficio de la sociedad y de las clases más necesitadas.

Constantino Pérez Morales es el autor de “Dinámica de las finanzas públicas de las entidades federativas en México”, donde muestra que las finanzas públicas estatales deben descentralizarse de las federales, pues desde hace una década, es notable la presencia de un creciente déficit fiscal, de un endeudamiento creciente, con situaciones de recesión y pérdida de dinamismo de las economía locales, pues aunque el federalismo actual ha permitido contar con mayores recursos, subsisten problemas de mala administración y hasta de corrupción.
En “Crédito, salarios e inflación en México”, Guadalupe Mántey deriva de su análisis que el crédito dirigido a la inversión productiva no es inflacionario ya que en México la inversión bruta fija incrementa sensiblemente la productividad marginal del capital, lo que abate los costos unitarios. En segundo lugar, la disponibilidad de crédito aumenta los diferenciales salariales de los trabajadores más calificados, sin generar presiones inflacionarias, porque en el mercado laboral primario el empresario distribuye de manera discrecional las ganancias derivadas del incremento de la productividad. Tercera, debido a la declinación secular del salario mínimo real en México, una parte de las ganancias en productividad que se derivan de la acumulación de capital fijo también se transmiten discrecionalmente a los trabajadores del mercado secundario. Y cuarta, que si bien el crédito sustituye de manera eficaz al ahorro interno en el proceso de acumulación de capital productivo, no resuelve la restricción externa del crecimiento.

En la cuarta parte, “Globalización y desregulación. Vulnerabilidad del sector externo y riesgos sistémicos”, el trabajo de José Héctor Cortés Fregoso, “La integración económica mexicana y su impacto en los salarios y el empleo”, muestra que la globalización de los mercados de bienes y servicios financieros hace necesaria la evaluación de los efectos de los procesos de apertura comercial en general y de integración económica en particular. Los resultados sobre los efectos de la integración económica del, TLCAN parecen coincidir con las tendencias.

En “Flujos de inversión y desarrollo económico” Martín Romero Moret expresa que las variables macroeconómicas no son la única referencia obligada para el aprovechamiento de los flujos internacionales en el crecimiento y desarrollo económico, también lo son las políticas estatales de innovación.

Para Gabriela Ríos Granados, en “Sistema tributario mexicano: las reglas misceláneas y las reglas generales en materia tributaria”, el aumento que año con año tienen las resoluciones misceláneas va en detrimento de los causantes, quienes viven entre el gigantismo de estas reglas que expresan la amplia discrecionalidad de que hace gala la SHCP en México, por ello resulta muy difícil establecer su naturaleza jurídica, con lo que se da lugar al quebrantamiento de los principios de reserva de ley, de legalidad, de seguridad jurídica y de división de poderes.

Sumario: 
I. Nueva regulación y nueva institucionalidad. 1. Nueva institucionalidad para la reforma hacendaria en México. María Irma Manrique Campos. 2. Deuda pública interna y estabilidad monetaria en México: el dilema de la política fiscal con liberalización financiera. Teresa S. López González. 3. Déficit público e inflación en México: un enfoque teórico-empírico. Noemí Levy Orlik. 4. Bajo crecimiento y déficit público. Los retos de la política fiscal en México. Luis Ángel Ortiz Palacios. II. Globalización en la economía del sector público. 5. Soberanía y globalización. El problema de la gobernabilidad económica. Ramón Martínez Escamilla. 6. Globalización financiera y operaciones extrapresupuestales del gobierno federal en México: ¿solución o nuevos problemas? Hugo Alberto Michel Uribe. 7. Globalización y soberanía en lo económico. José Lorenzo Santos Valle III. Límites y contradicciones de la liberalización y la desregulación financieras. 8. Globalización financiera y vulnerabilidad sistémica en México. Alma Chapoy Bonifaz. 9. Dinámica de las finanzas públicas de las entidades federativas en México, 1990-2000. Constantino Pérez Morales. 10. Crédito, salarios e inflación en México. Guadalupe Mántey de Anguiano. IV. Globalización y desregulación. Vulnerabilidad del sector externo y riesgos sistémicos. 11. La integración económica mexicana y su impacto en los salarios y el empleo. José Héctor Cortés Fregoso. 12. Flujos de inversión y desarrollo económico. Martín G. Romero Morett. 13. Sistema tributario mexicano: las reglas misceláneas y las reglas generales en materia tributaria. Gabriela Ríos Granados.
Fecha de Disponibilidad: 
2013
Arbitrado: 
NO